La depresión es una condición mental muy común, que se caracteriza por un estado de ánimo triste o apático, una pérdida de interés en las actividades cotidianas, una sensación de cansancio y una baja autoestima. A menudo, la depresión se acompaña de síntomas físicos como dolores de cabeza y de estómago, insomnio o falta de apetito.
La depresión es una enfermedad muy grave que, en situaciones extremas, puede llevar a la persona afectada a presentar ideaciones suicidas. Por esta razón, es muy importante que las personas que padecen esta enfermedad reciban un tratamiento adecuado, el cual puede incluir medicamentos, terapia o, en algunos casos, ambas.
Sin embargo, cada vez se está valorando más la intervención psicológica como tratamiento eficaz para la depresión. La intervención psicológica se centra en ayudar a la persona a cambiar su forma de pensar y de actuar. De esta forma, se consigue que la persona afectada por la depresión mejore su estado de ánimo y recupere el interés por la vida. La intervención psicológica se realiza a través de la terapia cognitivo–conductual, que es un tipo de terapia muy eficaz para tratar la depresión. Esta terapia se centra en enseñar a la persona afectada a identificar y a modificar los pensamientos y los comportamientos negativos que contribuyen a su estado de depresión. La intervención psicológica también puede incluir técnicas de relajación y de gestión del estrés, que son muy útiles para combatir los síntomas físicos de la depresión.
En general, se puede decir que la intervención psicológica es un tratamiento muy eficaz para la depresión. Si usted o alguien que usted conoce padece esta enfermedad, no dude en buscar ayuda psicológica.